Durante de más de 30 años en la industria hotelera, he aprendido que cada destino tiene una historia que contar, y la Costa Esmeralda de Oaxaca no es la excepción. Comencé este viaje con algunos amigos en Puerto Escondido, un pueblo que, aunque en constante renovación, sigue conservando un aire natural y auténtico. Las olas de este destino son de las más grandes de México, ideales para surfistas, pero también es un lugar donde la tranquilidad se siente en todo momento.
Este es un viaje que se disfruta mucho mejor en auto, permitiéndote explorar a tu ritmo los diferentes rincones de la costa oaxaqueña. Uno de los puntos a visitar es La barra, a unos minutos del centro de Puerto Escondido donde si quieres desconectar mi recomendación es hospedarse en Casona Sforza, un hotel con un diseño único con un restaurante excepcional que bien merece una visita, incluso si solo es para deleitarte con su propuesta gastronómica. A medida que avanzas hacia Zicatela y sus playas, te das cuenta de cómo esta zona se ha transformado en un lugar más cosmopolita, con nuevas opciones de restaurantes y hoteles boutique para el segmento de luxury lifestyle, como Casa TO, Punta Nayaá, Bora Boutique, y próximamente Casa Umi. Cada uno de estos lugares refleja el espíritu de la región, ofreciendo una experiencia inmersiva y personalizada para desconectar.
Kymaia: Una experiencia inmersiva